Cuando Mia Corelli vuelve a Alabama para un verano de diversión con su mejor amiga de la infancia, Tessa, sólo hay una cosa que la mantenía al borde. Una persona que ella haría cualquier cosa para evitar.
Benjamin Kelly. El mayor idiota del mundo.
Mia le odia con furia y no tiene ningún deseo de verle nunca más. Cuando ella decide iniciar su verano con una explosión y, finalmente, regalar su v-tarjeta, sin saberlo, se la entrega a el único tipo que sobresalia en amargarle la vida, aprendiendo una lección valiosa en el proceso.
Consigue siempre el nombre del chico con el que te vas a su casa.
Ben no consigue sacar de su cabeza a la chica con la que pasó la noche. Cuando ella lo deja a la mañana siguiente, piensa que nunca la volverá a ver de nuevo. Hasta que la ve junto a la piscina con su hermana.
Mia se determina a odiar a Ben, a pesar de que ella no lo puede olvidar.
Ben está decidido a demostrar que no es el mismo chico que solía ser.
¿Qué sucede cuando la única persona que deseas que nunca hubiera existido se convierte en la persona de la que no puedes imaginarte estar sin ella?
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